jueves, 3 de septiembre de 2009

Nuestra reflexion de esta semana

GANAR LA BATALLA, PERDER LA GUERRA
“Finalmente me salí con la mía” me anunció orgullosamente un amigo mío, tras salir victorioso de una larga disputa que tuvo con un amigo mutuo. “Nunca más se va a meter conmigo” agregó. “¿No estás feliz por mi?”
Dado que era la primera vez que oía acerca de este tema, pedí más detalles. Se me hizo evidente que mientras que mi amigo había ganado la batalla, había perdido la guerra. En su caso, había ganado la discusión pero había perdido un amigo.
Compartí con él el siguiente dicho “Es nuestro enojo que nos lleva a pelear y es nuestro ego el que nos mantiene ahí”. La gente tiene a pelear por temas aun cuando ya no sean relevantes o cuando su importancia original ha disminuido. Hacen esto para probar un punto y para demostrar que son los ganadores y, lo más importante, que la otra persona es un perdedor. Pero a menudo quien pierde más a la larga es el “vencedor” mismo.
Como dijo el más sabio de los hombres, el Rey Salomón: “Sin estrategia caerá el pueblo, pero la salvación está en el abundante consejo” (Proverbios 11:14). Para mí esto significa que estamos tan atrapados por nuestros egos y nuestras opiniones que podemos olvidar algunos puntos muy importantes y terminar perdiendo más de lo que ganamos.
“¿Qué debía haber hecho?” Quiso saber mi amigo. “No creo que sea una cuestión de ego — ¡Estoy convencido que estaba luchando por los principios!” Le di el siguiente consejo: “Cuando tienes una disputa con alguien, es sabio buscar la opinión de tres de tus amigos”.
Obviamente, la gente a la que le piden consejo deben comprender los temas involucrados; después de todo, ustedes no piden consejo financiero de una persona que está en quiebra o consejo acerca de relaciones que tiene un pobre historial en cuanto a relaciones humanas. También deben ser personas cuyos egos no están involucrados y no tienen intereses personales con la persona con la que ustedes mantienen la disputa; por lo tanto su consejo estará basado en lo que es mejor para usted en esta situación.
Pero no es menos importante, si ellos son verdaderos amigos —gente que se preocupa por usted lo suficiente como para decirle lo que necesita oír en lugar de lo que usted quiere oír.Recuerde que el pedir consejo no muestra debilidad por su parte, sino la fuerza de ser lo suficientemente inteligente como para darse cuenta que no es perfecto y que, a causa de que está tan involucrado, busca un consejo independiente.Mientras que siempre es placentero ganar una discusión, deja un regusto amargo en las vidas de todos los involucrados —tanto el “ganador” como la persona que perdió. Mi amigo tendría que haber decidido si la consecuencia de perder un amigo es un precio que está preparado para pagar por el placer de ganar la batalla.

No hay comentarios: