jueves, 24 de septiembre de 2009

La Parashá de esta Semana : Haazinu Shabat Shuvá

Esta semana compartimos el comentario de otro Rabino argentino que dirige la Comunidad de Guadalajara, en México.

HAAZINU 5769
SHABAT SHUVÁ
Devarim - Deuteronomio 32:1 - 32:52
26 de septiembre de 2009 - 8 de Tishrei 5770
Por el
Rabino Joshua Kullock
Comunidad Hebrea de Guadalajara
Katuv vaTorá, está escrito en la Torá, en Parashat Ha'azinu:
Habló Ad-nai a Moshé en este mismo día, diciendo: "Asciende a la montaña de Avarim, ésta: la montaña de Nevó, que está en la tierra de Moab, que está al frente de Ierejo, y contempla la tierra de Cnaan, la que Yo voy a dar a los hijos de Israel, para posesión. Y habrás de morir en la montaña a la cual tú asciendes allí, y te habrás de reunir con tus gentes. Así como había muerto Aarón, tu hermano, en la montaña de Hor, y se reunió con sus gentes" (Deut. 32:48-50).
Han llegado a su final los días de Moshé. Así también, se acerca el final de la Torá. En un par de semanas, estaremos nuevamente comenzando con el texto tan rico y profundo de Bereshit, del Génesis, de la Creación. Pero para eso, primero tenemos que hablar de Moshé y de su muerte.
Moshé es, sin duda alguna, el gran líder de la historia de Israel. Fue un hombre que vivía distinto, que decodificaba distinto. Alguien que puede estar 40 días sin comer, escribiendo lo que será el texto basal de la Tradición de Israel, de seguro no se maneja con los códigos que nos manejamos nosotros. Alguien que podía hablar con Ds cuando le era necesario, había alcanzado un nivel muy elevado. Pero lo más interesante es que este nivel fue alcanzado porque Moshé supo hacerse pequeño. Frente a todas las bondades que recibió de Ds, Moshé no alimentó su ego, sino que se hizo aún más pequeño y, paradójicamente o no, eso fue lo que lo engrandeció.
Y esta es la razón de su canto. Lo último que Moshé hace antes de morir, es cantar. El momento no se prestaba para que Moshé cantara y alabara a Ds. Cuenta el Midrash que cuando Moshé supo que le había llegado la hora, se negó a aceptarlo. Entonces compuso plegarias y dibujó un círculo a su alrededor, declarando: no me moveré de aquí hasta que el decreto de mi muerte sea revocado. Y fue en este marco que Moshé cantó.
En el Talmud se cuenta una historia significativa, que nos va a ayudar a entender mejor esta idea. Está escrito en Masejet Sanhedrín (92b) que, cuando el malvado Nabucodonosor (rey de Babel), tiró a Jananiá, Mishael y Azariá dentro de un ardoroso horno, quiso cantar tantas alabanzas que hubiera podido eclipsar al mismo David y sus Salmos. Fue entonces que un ángel le golpeó la boca, impidiendo su cometido. A este relato, agregaba Menajem Mendel de Kotzk mucho tiempo después: Muy fácil es cantar cuando uno tiene poder y una corona en la cabeza... mucho me gustaría saber si podrías cantar con tanto brillo luego de recibir una cachetada de la vida.
Es en este sentido, que la grandeza de Moshé se hace aún más evidente. Aquel que no tenía ganas de morirse, ni de concluir su tarea... aquel que fue obligado por Ds a quedarse afuera, por más protestas que pudiera hacer, termina sus días cantando.
La sociedad en la que vivimos hoy en día, es una sociedad golpeada. Bien podríamos dar cátedra de lo que es un cachetazo del destino. Crisis económica, crisis política, crisis social. Y también – en el caso de Medinat Israel – crisis de paz. La cuna de nuestra fe sigue viendo hasta hoy sus sueños tornados en pesadillas. Y frente a eso, estamos nosotros, en nuestro caso a una distancia considerable, pero que no nos permite quedarnos callados. Y la Tradición de Israel nos dice: frente a los Tzures de la vida, canta. Un buen ejemplo, conocido por todos, nos habla de lo que ocurrió luego del asesinato de Itzjak Rabín (z"l). ¿Cómo se contestó a tal episodio? Con una canción: "Shir laShalom", una canción por la paz.
Pero obviamente, debemos cantar en nuestras vidas, sosteniendo la letra que elegimos cantar. Porque de lo contrario, uno cae en una posición falsa, hipócrita. Que cantés está muy bien, pero al mismo tiempo debés poder sostener aquello que estás cantando. Porque será entonces que tu vida se transformará en Shir HaShirim, en Cantar de Cantares.
Cada paso que damos es una nueva nota en el pentagrama. Cada acción que hacemos va configurando lo que va a ser la canción de nuestros días. Entonces uno elige: qué pasos doy, qué melodía quiero tocar. Lo que dará un sin fin de canciones diferentes, de coros diferentes, de voces diferentes.
Moshé, en el final de sus días, siguió siendo coherente. Aquel hombre que pudo ver a Ds en una zarza ardiente, es el mismo que le regala al pueblo una canción, que no es otra que la canción de su vida. El domingo por la noche nos volveremos a reunir para Iom Kipur. Hemos tenido diez días para hacer Jeshbon haNefesh, un balance del alma. Quiera Ds darnos las fuerzas necesarias para que, en este nuevo año que comienza, podamos hacer de nuestras vidas, canciones de compromiso y responsabilidad. Que podamos ser Cantar de Cantares, para poder encontrar en este próximo Iom Kipur, Kapará (absolución), Tohorá (pureza) y Slijá (perdón), tanto de Ds como de todos nuestros semejantes.
Jatimá Tová
Shabat Shalom
Rabino Joshua Kullock
__._,_.___

No hay comentarios: