viernes, 22 de enero de 2010

Un pedazo de historia personal. Marcos Neugovsen junto a los madrijim de la Tnuá.
















En Avodá de Argentina sabemos de los avatares de la Historia. Durante décadas hemos trabajado por la mantener y transmitir la cultura y los valores de nuestro pueblo, formando a las nuevas generaciones que garantizan la continuidad.
En ese marco, nuestro javer Marcos Neugovsen fue orador ante un auditorio muy especial: el tzevet (equipo) de madrijim de la Tnuá Habonim Dror. Es que Avodá tiene claro que ser parte de un movimiento implica necesariamente trabajar en la generación de continuidad “ Dor Hemshej”, y para eso es imprescindible trabajar con los jóvenes. Así fue que Marcos Neugovsen fue a contarles a 15 jóvenes educadores de entre 18 y 20 años, un pasaje de su historia personal, que transcurrió durante la última dictadura militar argentina, la página más oscura en la biografía de nuestro país. Marcos compartió con los madrijim las dificultades que debió atravesar para evitar que sus hijos engrosaran la lista de “detenidos-desaparecidos”, y para que encontraran en Israel un lugar adonde desarrollarse y crecer en libertad. Entendemos que la mejor crónica de lo sucedido es la relatada por el protagonista, por eso a continuación compartimos con ustedes las palabras de Marcos Neugovsen sobre su experiencia con los jóvenes de Habonim Dror.:

“QUERIDOS AMIGOS: Quiero contarles una experiencia que viví el jueves 17 de diciembre pasado en Habonim Dror. Resulta que hace unas semanas el director ejecutivo de Avoda me dijo: ‘mirá tenemos que tener encuentros con la juventud de Habonim y yo pienso que sería muy bueno que vos cuentes tu experiencia con tus hijos en la época del proceso’. Yo lo miré con cara de ¿De que estás hablando? Y me dijo: ‘vos algo me contaste hace tiempo y me parece que a los bogrim y madrijim de la Tnua les va a interesar lo que viviste’.

Bueno, no me pareció mal la idea, pero a mi se me revolvieron un montón de cosas y entré a recordar muchos hechos de los cuales gran parte de mis amigos fueron protagonistas directos. Y les cuento que más de una noche no podía conciliar el sueño pensando en cómo iba a contarles esa historia tan nuestra. Le comenté la anécdota que iba a compartir con los madrijim a Daniela, la mayor de mis nietos, y me dijo: ‘abuelo a mí me gustaría acompañarte y pienso que a Katia, la menor, también’. Dicho y hecho, combiné con el sheliaj y con Hilana, la mazkirá de la tnuá, el día y la hora en que los visitaría, pero les aclaré que yo no soy historiador ni escritor y que lo que les iba a relatar eran las vivencias que tuvimos con nuestros hijos, y ellos me respondieron: ‘eso es lo que queremos ya que nosotros somos jóvenes que no vivimos esa época y lo que conocemos es por leer y/o estudiar pero no en forma directa’ .Cuando les dije que me iban a acompañar mis nietas me miraron como diciendo ‘¿qué van a hacer dos criaturas?’ Y les tuve que aclarar que una va a cumplir 30 años y la otra 20, y lo lindo fue que las dos me pidieron que las pasara a buscar porque vendrían conmigo.

Había mas o menos l5 chicos y chicas más la mazkirá y el sheliaj(muy joven),y bueno conté mi historia y obviamente muchos de mis amigos estuvieron presentes en mi charla, ya que nunca me voy a olvidar de lo importante que fueron para nosotros y para mis hijos. Hablé más o menos una hora, y en ese lapso nadie se movió, ni volaba una mosca, y al final luego de algunas preguntas muy puntuales, me aplaudieron y agradecieron por el relato tan descriptivo que les hice.

Lo mejor fue cuando salimos y mis dos nietas me felicitaron y me agradecieron que les hubiera permitido que me acompañaran pero lo que ellas no sabían, es lo importante que fue para mí hablar de esa época con ellas delante. Al día siguiente había un mensaje en mi Facebook de Katia diciendo: ‘abuelo ¡Te quiero mucho!’

Me pareció muy importante contarles a ustedes esta vivencia mía por lo que Uds. representan para nosotros. Un beso y un abrazo muy grande y nuevamente GRACIAS!!! Marcos”

Aclaración: está crónica forma parte de un mail que Marcos les envió a sus amigos, quienes tuvieron participación en su vida a través de la invalorable ayuda que en ese momento de su historia le brindaron.